viernes, 3 de septiembre de 2010

Esperanza

“Vivir con esperanza nos mantiene despiertos. Con esperanza estamos abiertos a las oportunidades que la vida nos ofrece, superamos el temor y esperamos lo mejor. Con esperanza se unifican nuestras fuerzas para afrontar y superar las dificultades. En medio de los cambios constantes de la vida y de las situaciones confusas o caóticas, la esperanza nos ayuda a mantenernos a flote y no hundirnos en el torbellino que, a veces, provocan los cambios inesperados o repentinos.”

“Con la esperanza conseguimos mantener la visión de que todo irá mejor y las cosas se encauzarán dando beneficio a todos. La esperanza nos ayuda a mantener vivo el sentido de nuestra vida. Sin ella, en cambio, esperamos lo peor. Nuestra visión se nubla, no encontramos ni vemos ningún rayo de luz que nos alumbre. El temor se apodera de nosotros y todo se convierte en un muro infranqueable.”

La esperanza es la base para confiar y para tener entusiasmo y motivación en todo lo que hacemos. La esperanza fortalece la confianza en la vida y nos informa de que la belleza y la verdad son posibles.”

El futuro lo creas en base a lo que piensas y haces en el presente. Si actúas en base a los valores en los que crees, te será fácil confiar en tu destino. Eso fortalecerá tu esperanza de que todo irá bien y, en caso de que no sea así, conocerás y confiarás en tus recursos internos para afrontar y cambiar. Esa confianza alimenta el entusiasmo, la energía motora que, con motivación y pasión, nos ayuda a avanzar.”

Miriam Subirana: Cultivar la esperanza (rev. Mente Sana)