miércoles, 28 de diciembre de 2016

cambio de esquemas

“El curso del cambio de esquemas suele ser arduo y largo. Los esquemas son difíciles de modificar. Son creencias profundamente arraigadas sobre el self y el mundo […] Aunque puedan ser destructivos, los esquemas proporcionan a los pacientes sentimientos de seguridad y previsibilidad. Los pacientes se resisten  a abandonar los esquemas porque estos son centrales a su sentido de la identidad. Prescindir de un esquema es perturbador. El mundo se tambalea.”

“El cambio de esquemas requiere voluntad para afrontar el esquema y enfrentarse a él. Exige disciplina y práctica frecuente. Los pacientes deben observar sistemáticamente el esquema y trabajar a diario para cambiarlo. La terapia equivale a declarar la guerra al esquema.”

“El terapeuta y el paciente comprueban la validez de un esquema examinando las pruebas objetivas favorables al esquema. Este proceso es similar a comprobar la validez de los pensamientos automáticos de la terapia cognitiva, pero, en la terapia de esquemas, el terapeuta utiliza toda la vida del paciente como datos empíricos y no se limita a las circunstancias presentes. El esquema es la hipótesis que debe ponerse a prueba.”

“El terapeuta y el paciente elaboran un listado de pruebas favorables al esquema desde el pasado hasta el presente; a continuación elaboran un listado de las pruebas que refutan el esquema. A los pacientes suele costarles relativamente poco componer el primer listado, es decir, las evidencias que defienden el esquema, porque ya creen en dichas evidencias. Han estado ensayándolas durante toda su vida. Generar pruebas que confirmen el esquema les parece natural y les resulta familiar. Por el contrario, a los pacientes les cuesta mucho elaborar el segundo listado, las pruebas que refutan el esquema, y frecuentemente suelen requerir mucho input por parte del terapeuta, porque desconfían de las evidencias que contradicen el esquema. Han pasado toda la vida ignorando o minimizando estas pruebas.”

“Mediante el trabajo experiencial, los pacientes pueden ejecutar la transición existente entre el conocimiento intelectual de que sus esquemas son falsos y creérselo emocionalmente. Mientras que las técnicas cognitivas y conductuales extraen su fuerza de la acumulación de pequeños cambios logrados mediante la repetición, las técnicas experienciales son dramáticas. Extraen su poder de algunas pocas experiencias emocionales correctivas profundamente convincentes.”


Jeffrey E. Young  y otros:  Terapia de esquemas. Guía práctica  (Ed. Desclée de Brouwer)