jueves, 13 de julio de 2017

terapia de aceptación y compromiso

“En los problemas del espectro ansioso, actualmente queda un espacio para la mejora de los tratamientos psicológicos, porque a pesar de los acercamientos propuestos, se está lejos de conseguir tasas de eficacia a largo plazo, además de desconocerse los elementos críticos de los tratamientos.”

“Tomando como base el concepto de la evitación experiencial destructiva (Hayes et al., 1996; Lucaino y Hayes, 2001) hay que recalcar que, por ejemplo, cuando una persona con agorafobia no va a un centro comercial, el problema no es con ese espacio específicamente, sino que lo que evita, la lucha que mantiene es con notar las reacciones privadas condicionadas en su historia de forma directa y derivada y que se actualizan en dicha situación. Cuando una persona con ideas obsesivas no toca un mueble por temor a la contaminación, no está evitando los gérmenes ni contaminarse, sino sus pensamientos, sentimientos y sensaciones relacionados con ello.”

“Finalmente, éste es el centro de los problemas de ansiedad: el miedo al miedo, el temor a los afectos valorados como negativos, la angustia por pensamientos desagradables, el temor a tener sensaciones de descontrol; al que se le suma el desgastante (limitante) trabajo en hacer todo lo posible por evitar, por no contactar con dichas experiencia de una forma inflexible y como requisito para vivir.”

“Estos esfuerzos no sólo son fútiles sino que son contraproducentes por los conocidos efectos multiplicadores o rebotes que originan (por ejemplo, Campbell-Sills, Barlow, Brown y Hofmann, 2006; Hofmann, Heering, Sawyer y Asnaani, 2009) y por las limitaciones que suponen en aspectos valiosos de la vida personal (Páez, Gutiérrez, Valdivia y Luciano, 2006). Y es éste justamente el punto en el que la ansiedad se trasforma en desorden: cuando la lucha termina limitando la vida personal.”

“De ahí que ACT estará centrada en enseñar a los clientes a relacionarse con la ansiedad (y con los demás eventos privados relacionados) de una manera diferente, a aflojar los intentos de control que son los que en definitiva la alimentan, procurando flexibilizar las reacciones ante ellos, abandonando la lucha y aprendiendo a tenerlos desde la perspectiva de la persona que tiene esas reacciones, los lleva consigo y actúa, avanza por las trayectorias que elige avanzar.”

“Desde el modelo de ACT el problema con los eventos privados es estar fundido a ellos (sean eventos cognitivos como en el caso de los pensamientos reiterativos o emociones como la ansiedad). Tiene que ver con la gran credibilidad, la falta de distancia y la fusión entre lo que se piensa y se siente, y el mundo sobre el que se está pensando o sintiendo. Así, es crítico que la persona discrimine la situación, de las reacciones cognitivas y emocionales a la situación, producto de su historia personal, y de la persona que está experimentando dichas reacciones.”

“Desde el modelo de ACT el objetivo fundamental será generar, a través de múltiples interacciones terapéuticas, flexibilidad psicológica, esto significa la habilidad en el paciente de contactar con el momento presente, notar las propias reacciones tal como aparecen (la ansiedad, el temor a que la ansiedad se dispare, la vergüenza, los pensamientos sobre lo que los demás piensan, los pensamientos anticipatorios sobre el ruido del estómago, la inseguridad social, la sensación de no ser capaz de organizar su nueva vida, etc.) y según lo que la situación demande, cambiar o persistir en el comportamiento, con el horizonte puesto en lo que la persona valora y desea.”


Marisa Páez Blarrina, Olga Gutiérrez Martínez (Coords.):  Múltiples aplicaciones de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)  (Ed. Pirámide)