"Dejar ir implica ser consciente de un sentimiento, dejarlo crecer, permanecer en él y permitir que siga su curso sin querer que sea diferente ni hacer nada con relación a él. Significa, simplemente, dejar que el sentimiento esté ahí y centrarse en dejar correr la energía que tiene detrás. El primer paso es permitirte sentir la sensación sin resistirte a ella, sin expresarla, temerla, condenarla ni aplicarle un juicio moral. Abandonar el juicio y ver que solo es una sensación. La técnica consiste en estar con la sensación y entregar cualquier intento de modificarla. Soltamos la resistencia a ella. Es la resistencia la que alimenta la sensación. Cuando dejas de resistirte o de intentar modificarla, pasas al próximo sentimiento, que vendrá acompañado de una sensación más llevadera. Una sensación a la que no te resistas desaparecerá a medida que se disipe la energía que la sustenta."
"Al comenzar el proceso, te darás cuenta de que sientes miedo
y culpa por tener ciertos sentimientos; en general, habrá resistencia a
sentirlos. Es más fácil permitir que surjan los sentimientos si primero se
abandona la reacción a tenerlos. El miedo al propio miedo es un claro ejemplo
de esto. Suelta el miedo o la culpa que tienes con respecto a la primera
sensación y, a continuación, entra en el sentimiento en sí."
David R. Hawkins: Dejar
ir: El camino de la liberación (Ed. El
Grano de Mostaza)